miércoles, 29 de septiembre de 2010

¿Vamos por un café? No se de ti.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Volvieron los fantasmas de tu recuerdo esta mañana, te vi caminar por Santiago y también en los escaparates desiertos del sur. Han vuelto a molestar en la memoria tu mirada, tus piernas y tus besos. No lo soporto, es verdad, apenas hace un siglo nos conocimos y recorrimos los lugares que antes de sabernos existentes visitamos.

He de decir la verdad, nunca fui un buen amante, me escondo en tus brazos de aire cuando por el desierto busco una tortuga que me lleve al mar. Cuando los cuervos y yo fuimos gemelos y en las mañanas los luceros se despedían de la vida o de la muerte que se inventa cuando termina la noche. ¿De qué sirve? me pregunto diariamente con el café madrugador que aniquila los sueños, yo que maldije mil veces a los que en brazos de Morfeo se pasaban la vida entera, y ahora resurjo como ave fénix de esos lugares tan lejanos, tan distantes. Neverland nunca quedó tan pegada a mi casa y a mis vivencias.
Peter pan se volvería mayor si supiera que campanita se fugó conmigo desde el último verano que maldije ser un niño. Y aun así no puedo dejar de pensarte, de mirar fotografías en la memoria.
Sabrás por la presente que empeoré de vida.